miércoles, 26 de agosto de 2015

¡No estaba muerto! Estaba de parranda...

O eso me gustaría decir, pero en verdad he estado muy ocupado con la asociación Lo Sé Y Me Importa llevando a cabo el salón del manga. ¡Qué locura! Una semana entera montando aquello, después los tres días que duró, sin descanso, y al día siguiente de acabar había que desmontarlo todo... ese mismo día... entre 4 personas. Total, que estoy agotadísimo y la espalda no me aguanta nada. Pero bueno, el esfuerzo ha merecido la pena, menudo salón nos ha quedado. Bordado.
Estoy repensando lo de abandonar la asociación. Es raro, pero no soy capaz de decidirme. Tiene cosas buenas y cosas malas, como todo. Necesito tiempo para replanteármelo bien y tomar la decisión ´con la que piense que mejor voy a estar. Reflexionando, quizás todo lo malo se resuma en una causa: la pereza.
Lo admito, soy muy perezoso. Estoy mal acostumbrado. Toda mi vida he sido perezoso, y cuando veo que hay que hacer un esfuerzo, intento evitarlo, complicando las cosas. Me da hasta pereza escribir en este blog, y eso que me gusta. Dicen que la pereza se quita con la actividad. Probaré a hacer más cosas.
Por cierto, he conseguido controlar un poco mi horario, que me quejaba en una entrada anterior que se me escapaba el día y no hacía nada. Aunque ahora me quejo de que tengo demasiadas horas libres, como no tengo nada que hacer.
No tengo más ganas de escribir. Ahora que se acabó el salón seguiré con mis entradas regulares.

viernes, 14 de agosto de 2015

Problemas

Desde hace tiempo quiero mudarme a otra ciudad por diversos motivos. Pero el que más me está afectando es la relación que tengo con mis padres. No es muy buena, podría echarle la culpa a la edad que tengo, sin embargo, son ellos. Desde que me despierto hasta que me acuesto solo escucho en mi casa gritos y críticas. Nada agradable, solo quejas. Todo lo que dicen son cosas negativas. A mi me quema mucho esto, no paran de sacar defectos de todo, creando un ambiente de pesimismo en la casa que dan ganas de tirarse por la ventana. Si le preguntase a mi madre algo bueno que haya dicho durante lo que llevamos de 2015, un halago, un simple gracias, no sería capaz de contestarme. No recuerdo ni una sola vez que haya destacado alguna virtud. Y por supuesto, la culpa es de los demás, ella nunca se equivoca, ella lo hace todo perfecto y los demás somos los que creamos los problemas. No puedo, no lo soporto. Si quieres sentirte orgulloso de algo que hayas hecho, ella estará siempre ahí para criticarte, aunque sea mentira lo que diga.
Mi padre es un caso distinto, es una persona muy torpe. No se le puede dejar hacer las cosas solo, siempre hará algo mal. Con mi padre iría mejor la relación si mi madre no envenenase tanto el ambiente. No digo que sea mala, si hace mucho por la casa y por la familia. Lo que digo es que no es capaz de ver el lado positivo de las cosas, siempre lo malo. Hoy hemos tenido una pequeña discusión. Estábamos los tres en la mesa almorzando y ellos estaban hablando. Bueno, ellos dirán lo que quieran, eso no era hablar, era gritar. Estaban gritando tan alto que no se escuchaba ni un poquito la televisión. Cansado de escuchar tantos gritos y tan fuertes, tuve que decirles que bajasen el tono de voz un poco. Os juro que me lastimé la garganta para igualar el volumen. No veas como se puso mi madre. Que si no estaban chillando, que el que chillaba era yo, que me callase, etc.
Más tarde tuve otra discusión. Estaba comparando el dinero que gastábamos con los ingresos mensuales, porque tenemos algunos problemas (básicamente que gastamos más de lo que ganamos). Así que viendo que ellos no van a hacer nada, decidí tomar las riendas y ver el por qué de ese gasto. Hablé con un colega sobre el tema, y que nos queríamos comprar un coche, que nos hace falta. Me da un par de consejos para la compra del coche, y yo, que quiero ayudar, dije "Mamá, estoy hablando con un colega...". No me dio tiempo a decir más nada. Ella saltó con un "A mi que mierda me importa, habla con quien te de la gana", y después dijo que yo le había dicho eso con tono de reproche. O sea, "he hablado con un colega sobre la compra del coche y me ha dado unos consejos" que era lo que te quería decir, me dices que te lo he dicho con un tono de reproche. Anda ya. Si estas amargada no lo pagues conmigo. Los problemas que tengas con los demás, déjaselos a los demás, no los traigas a casa y después vengas "que si he pagado más en la comida yo que he sido la que he comido menos", "que dijimos de mirar el coche en Algeciras y no me ha llevado"... Si tu comes menos y el grupo come más, no aceptes pagar a medias, simplemente paga lo tuyo y se acabó el problema. Si quedas con tu primo para ir a mirar coches a Algeciras y en vez de ir allí te lleva a un concesionario de aquí, díselo, que a lo mejor se ha olvidado o yo que sé. ¿Que se lo pueden tomar mal? ¿Y qué? ¿Ya por eso vas a dejar que te pisen y después en casa pagarlo conmigo? Mamá, coño, reacciona, pon las cosas claras en su sitio de una maldita vez. Si el otro se ha comido veinte tapas y tu solo te has comido una, di "no vamos a pagar a media porque tu has comido más que yo, así que cada uno paga lo suyo". ¿Que se enfada? Pues que se enfade. Es que me pongo malo solo pensarlo. Que sepas que todo esto que te pasa solo es culpa tuya, y que a mí no me calientes la cabeza. Y si estas palabras te molestan, pues te digo que a mí me molesta que antepongas los demás a ti y a tu propia familia, todo para agradar a esos mismos que te dan por culo.
Me ha hecho decir palabrotas y todo. Con lo pulcro que estaba mi blog, pero es que ya no lo aguanto más. Estas palabras no te las voy a decir en persona porque se como te vas a poner y no tengo ganas de escuchar tus gritos y tus quejas. Aquí las tienes en este blog, para cuando ´quieras leerlas. Y también digo, que el que quiera pisar a mi madre, que primero intente pisarme a mi, que yo no tengo reparos en mandar a comer mierda a nadie. Y de verdad que lo siento por las palabrotas, pero me quema.

martes, 11 de agosto de 2015

Recuerdos

Si, una segunda entrada, pero necesito escribirla. Estaba en la cama tumbado y se me ha venido a la cabeza un recuerdo que me hace daño. Dicen que hay heridas que son difíciles de curar, pero ésta pienso que si se cura, solo que yo vuelvo a reabrirla porque no soy capaz de sentirme libre de ella. Fue hace un par de años, pero no soy capaz de pasar página. No sé que falló. Ni siquiera sé si me esforcé al máximo o no me esforcé en absoluto. Os juro que yo quería, pero no salió nada como lo quería. Si pudiese volver atrás en el tiempo, no sé si lo intentaría de otra manera o simplemente lo abandonaría para no pasar por nada de esto. No sé absolutamente nada, como podéis leer, lo único que sé es que se jodió todo. He llorando tantas veces por aquello, y siempre acabo echándome la culpa, aunque sé que hice lo que pude. Aún duele, y fue hace años... Y ahora se presenta una situación parecida. Un déjà vu, donde prácticamente todo se repite, excepto las circunstancias. No quiero volver a pasar por eso, me niego. No sé que hacer... No quiero hacerme otra herida que no deje curar. Odio pensar que haga lo que haga, voy a equivocarme. Simplemente quiero olvidarme de todo esto y dormir tranquilo, sin tener que derramar una lágrima más por algo que ya ni debería afectarme. Ojalá slguien supiera todas las repuestas y me aconsejase sobre que hacer para no salir herido, pero es lo que todo el mundo quiere, respuestas. Lo siento por esta entrada ten pesimista, pero me siento fatal ahora mismo. Ojalá pudiese pasar página y esconder todos estos sentimientos que no me dejan descasar en una cajita en el fondo del mar...

Calor y eventos

Hoy he salido a cenar por ahí con la familia. Una de las poquísimas veces que escogemos un restaurante que sirva una buena comida, porque hemos ido a algunos que dan asco. Solemos tener mala pata eligiendo el lugar donde vamos a cenar. Mala suerte quizás...
Que calor hace, estoy pegajoso por la humedad. El ventilador ahora mismo es mi mejor amigo. He pensado en instalar un aire acondicionado en mi cuarto, pero son muy caros. Me he informado sobre unos aires acondicionados portátiles que dicen que enfrían habitaciones pequeñas, aunque las críticas de los que lo han usado no son positivas realmente, porque dicen que no enfrían a penas y que hacen muchísimo ruido.
Dentro de un par de semanas es el Salón del Manga de aquí. Me he ofrecido a ayudar los tres días a la organización que lo lleva a cabo, porque me han llamado varias veces para hacer de mascota en sus eventos y a mí me encanta, aunque este año desgraciadamente no habrá mascota. Se me ha roto el disfraz... Bueno, me lo he pasado muy bien gracias a ellos, así que muchas gracias. Pero creo que será la última vez que colabore para algún evento, y no porque me caigan mal o eso, si son geniales, pero yo disfrutaba haciendo de mascota, estar atendiendo en un puesto o algo de eso no es lo mío. Acudir a los eventos próximos acudiré, que no haya duda, y si necesitan ayuda con algo ahí estaré, pero no asistiré como uno más de la asociación, sino como público  Si pudiera volver a hacer de mascota, no me importaría seguir ayudándoles en las actividades que ofrecen, lo siento mucho. Peor no quiero que se lo tomen mal, ni que me malinterpreten, simplemente eso, que yo no lo paso bien haciendo esas cosas, así que será el último evento. Eso sí, voy a poner todas mis ganas para que funcione perfectamente, y si me necesitan, ahí estaré. Y bueno, muchas gracias por todos estos eventos que me habéis llamado para ser la mascota, me lo he pasado muy bien y me ha encantado ayudaros... aunque tuve que soportar un calor de espanto con el traje.

lunes, 10 de agosto de 2015

Aburrimiento

He visto la ópera "El barbero de Sevilla", me ha encantado. Es un poco larga, rozando las dos horas y media, aunque se disfruta mucho. En la entrada anterior avisé que escribiría más temprano en el blog, pero es que me entretuve con la ópera.
Hoy ha sido un día de desgana. No me apetecía hacer nada. Prácticamente no he hablado con nadie. La verdad es que me aburro de esta ciudad. Está tan pobre de ocio, no hay nada entretenido que hacer. Tengo muchísimas ganas de mudarme a una ciudad que tenga algo más de entretenimiento, en la que pueda salir a hacer algo. Al final quedar con mis colegas se volvía monótono. Siempre salíamos a hacer lo mismo. Yo intentaba hacer cosas distintas con ellos, pero se quejaban de que no querían andar, o que no querían cenar en otro sitio, etc. Lo único que se salvaba eran las charlas que tenía con ellos, que eran muy entretenidas.
Yo soy una persona que necesito los cambios. Siempre intento buscar caminos distintos, así puedo ver cosas que no había visto antes. Habrá gente que diga "Si algo funciona, ¿porqué vas a cambiarlo?". Pues yo contesto: Porque sí. Es cierto, quizás si tienes una estabilidad y el cambio te puede hacer perder esa estabilidad, pues es un riesgo que a veces no es mejor correr.
Sin embargo yo lo necesito, sino me aburro rápidamente. Seguramente de ahí venga este aburrimiento que tengo encima y la desgana que esto provoca. Sin duda, me he cansado de este lugar. Ya no puedo más.
Quisiera comentar más cosas de mi ciudad, pero no puedo escribir mucho por la hora que es. Me he puesto el despertador temprano para aprovechar el día, ya que me quejaba del desorden de vida que llevo, a ver si comienzo a cambiar y me hago un horario que me permita disfrutar de más horas diurnas.

domingo, 9 de agosto de 2015

Desorden

Escribo las entradas demasiado tarde. Después me cuesta mucho dormir, no paro de dar vueltas en la cama, y cuando consigo dormir, ya son las 6 de la mañana. Total, que me levanto horriblemente cansado. El problema que sobre esta hora es cuando más me apetece escribir mis entradas. Probaré a escribirlas antes.
Hoy he quedado con los chavales que conocí el otro día. Son supermajos. Y yo, un tío serio y aburrido, destaco por eso mismo, serio y aburrido. Pero bueno, me hacen reír, me lo paso bien con ellos, ¡y salgo a la calle! Cosa que veía difícil desde que pasó el problema con mi amigo. Me imaginaba sentado en la cama jugando a la consola todos los días de la semana (a excepción de mis paseos nocturnos, a los que le dedicaré una entrada más adelante).
Me encantaría ser tan activos como ellos, sin embargo, mi personalidad es más tranquila y seria. A veces prefiero estar tumbado en mi cama sin hacer nada por horas, dándole vueltas a mis pensamientos, en vez de dedicarle tiempo a otra cosa. A veces viene bien pasar el rato a solas, pero creo que abuso de ese momento, aunque a mi me gusta. Me hace pensar en todo lo que me rodea, intento encontrarle soluciones a mis problemas, aclarar mis metas, y todo ese rollo que muy difícilmente les dedicaría tiempo si no me destinase tiempo a mi mismo.
Hablando del tiempo que le dedico a cada cosa, llevo un grandísimo desorden. Me levanto a las 2 de la tarde, no desayuno, me tiro el día perdiendo el tiempo jugando a la consola o directamente, sin hacer nada. Y así hasta la noche. No es que tenga dependencia a la consola, solo que no soy capaz de mantener un horario que me divida las horas del día para sacarle provecho. Siempre por la noche, sobre esta hora, recuerdo todas las cosas que tenía que haber hecho durante el día en vez de perder el tiempo. Apuesto dinero que en el futuro me arrepentiré completamente de lo que estoy haciendo. Me gustaría hacer una agenda básica para distribuirme las actividades y así, como mínimo, llevar un orden en mi vida. Sin duda alguna, me siento desorientado, malgastando todo el día. Lo difícil no será hacer el horario, sino cumplirlo. Fuerza de voluntad. Algo fácil de decir, no obstante, en mi caso, complicado de llevar a cabo.

sábado, 8 de agosto de 2015

Soledad

Ayer no pude escribir una entrada en el blog porque el portátil se estropeó. Cosa de Windows 10. Era previsible, un sistema operativo tan nuevo, es normal que de fallos. Aunque el fallo básicamente es que Windows estaba destrozado. He hecho acrobacias aéreas montado en un triciclo para tenerlo reparado, y creo que aún no lo está del todo. Toca esperar a que actualicen y corrijan fallos.... ¡Hacedlo pronto!
Llevo tres días durmiendo con una almohada mojada. Me levanto con el pelo húmedo. Seguramente si sigo durmiendo en ella me saldrán hongos en el cerebro, y no estamos para eso, así que la he tirado. Fue por culpa de la genial idea de decir "Oh, mi almohada tiene que estar llena de ácaros y bacterias, la voy a lavar...". Si fuera como las almohadas antiguas se tiende y se deja secar, pero como es de látex, eso no se va a secar en la vida. La he tirado a la basura. Ahora mismo duermo con un par de cojines, los cojines más incómodos del mundo. Con uno, el más duro, me despierto a la mañana siguiente sin sensibilidad en media cara. Hasta que no pasa media hora no estoy normal. El otro cojín es una lámina de papel que no vale ni como cojín, aunque por lo menos no me despierto con media cara insensible. Tendré que ir a comprar una. Una odisea para encontrar una almohada cómoda.
Quiero hablar de tantas cosas a la vez que todo se me amontona en la cabeza y no sé por donde empezar. Los videojuegos han formado parte de mi vida desde muy pequeño. Soy del 1995, así que me pilló la revolución con la PlayStation y la Gameboy. Siempre le dediqué buenas horas de ocio a las consolas, sin embargo, intenté llevar un equilibrio que no me quitase tiempo para otras actividades. Antes disfrutaba mucho jugando, llevando a cabo las historias que los creadores habían imaginado. Ahora... bueno, disfruto, aunque no es lo mismo. No sabría describirlo, supongo que al crecer te acostumbras a todos los juegos que vas jugando y llega un punto que poco te sorprende como antes. Quizás se perdió la magia que los hacía tan especiales. Pero bueno, no es lo que más me afecta. Lo que si me ha preocupado, y desde pequeño, ha sido jugar con otras personas. Con amigos y eso. Siempre he querido jugar cooperativos, hablando con mi colega y decidiendo tácticas, reírnos de nuestros errores, echarnos la culpa de fallar el objetivo, etc. No obstante, a diferencia de tener amigos, que comento en una entrada anterior, que he tenido, y muy buenos, aunque ahora ande escaso(aunque el otro día conocí a un par de chavales muy majos, a ver si hay suerte), en lo que se refiere a multijugador en los videojuegos, siempre ha sido con cuentagotas. Es una de las cosas que he llegado a pensar que jamás encontraré una pareja para los videojuegos. Ni siquiera con mi hermano he jugado a penas, en un par de ocasiones que vagamente recuerdo. Es muy frustrante. Quizás para algunos sea una tontería, como todo lo que escribo y escribiré en el blog, sin embargo es como una sensación de soledad terrible. No poder compartir la diversión y todo lo que puse hace unas líneas atrás. Cuando intento analizar el por qué de esto, suelo pensar en dos causas: O que siempre me equivoco eligiendo plataforma y videojuegos a los que jugar, comprándome los que no tienen o no usan mis colegas; o que no se me da bien esto de encontrar a alguien con el que compartir experiencias. Hace tiempo tenía fe que era la primera, y que simplemente era la consecuencia de tomar decisiones equivocadas. Pero últimamente he cambiado esta idea por la de que no se me da bien elegir a la gente con la que me junto. Ahora a lo único que ando jugando es a un MMORPG con mi primo, y lo mismo que antes, con cuentagotas. Nuestros horarios no son compatibles. Aunque de vez en cuando echamos alguna partidilla juntos. Hace una semana me pillé un juego bastante chulo para mi consola al que le he echado algunas horas y pienso dedicarle más. Tiene que ser un juego para multijugador magnífico, aunque me temo que no será una excepción en mi vida: lo empezaré solo y lo acabaré solo.

viernes, 7 de agosto de 2015

Algo bueno pasará

Hoy he quedado con unos cuantos amigos que hacía tiempo que no veía y algunos nuevos. Algunos son de Jerez, San Fernando, y otros viven por aquí. Ha estado genial y me han alegrado el día. Me cuesta soltarme un poco cuando hay personas que no conozco, pero ha ido bien.
He ido varias veces a Jerez, y la verdad es que esa ciudad me apasiona. Me parece un lugar perfecto para llevar a cabo mi vida, terminar los estudios y dedicarme a algún trabajo. Es una ciudad muy entretenida con muchos lugares de ocio. Lo echo de menos, no puedo permitirme ir tantas veces como me gustaría, ya que cuesta un dinero que no me es fácil conseguir. Espero estar de visita en no mucho tiempo.
Al volver a casa, me he encontrado algunos mensajes comentándome sobre este nuevo blog. No esperaba que la gente lo leyese, sinceramente. Tenía en la cabeza algo así como: "Anda se ha hecho un blog, pero escribe mucho y es muy largo, me da pereza leer tanto...". Pero me he llevado una sorpresa. Gracias a todos los que lo habéis leído y además compartido.
Algunos me habéis dicho que lo que cuento es muy pesimista, que algo bueno me pasará. La verdad es que puede parece que tiene una visión negativa, pero tiene un resultado muy positivo en mí. Desde que lo estoy escribiendo, me siento más libre, sin tanta carga que llevar encima. Es como si el peso de cada problema se distribuyera por cada una de las palabras que tecleo en mi portátil y me hicieran más liviano, ¡y solo van tres entradas!
También me han preguntado si mi sonrisa en público es una máscara que esconde todo lo que he dejado por escrito en este blog. Pues... no. Mi sonrisa es auténtica, igual que lo que digo aquí. Simplemente que el mundo a veces me da motivos para sonreír, como hoy con los visitantes de otra ciudad, y otras veces me da motivos para estar triste. Son altibajos que la vida te da y ya tu decides a cual darle más importancia y dedicarle más tiempo. Cuando digo esto alguien podría pensar "Pues está claro, quédate con lo bueno, lo que te hace feliz y deja lo malo, que te hace daño", pero estoy seguro de que os pasa igual que a mí, lo negativo nos afecta más. Es como si lo malo fuera más fuerte que lo bueno. Sin embargo, incluso aunque me afecte más, nunca solapará los motivos que me hacen sonreír. Lucharé contra ellos, y este blog me ayuda a ello.
Aprovecho estas últimas líneas para dar las gracias a todos los que me habéis apoyado en este proyecto y a mis chicos de hoy que han hecho de un día caluroso, un maravilloso encuentro.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Complejos de antaño

Mañana... bueno, dentro de 7 horas tengo oculista. Me ha dicho que tengo problemas musculares en el ojo. Al parecer no enfoco bien los objetos lejanos, así que me ha mandado una buena tanda de ejercicios visuales. Me dan dolor de cabeza y de ojos, supongo que con el tiempo se pasará.
Hoy quiero hablar de uno de mis sueños secretos y del problema que me impide llevarlo acabo. Sería todo un placer dedicarme a ello pero actualmente dudo que pueda, ya que mi problema es el rotacismo (no puedo pronunciar la "R". Mi sueño es ser locutor de radio nocturno, en uno de estos programas de madrugada con música tranquila donde los espectadores llama, conversan conmigo y me cuentas sus problemas, y yo hago de psicólogo, dando mi punto de vista e intentando ayudar en todo lo posible a esa persona para dar soluciones a sus altibajos. Sé que algunas personas dirían "Oh, que tontería, ¿por no poder pronunciar la 'R' ya vas a renunciar a algo tan bonito? No dejes que se interponga un problema tan común entre tu y tu sueño, lucha por lo que quieres, etc.". Es cierto, no debería permitir que un problema tan estúpido y tan "normalizado" desvíe el placer de cumplir un sueño que me llena, pero este problema para mi ya es una montaña que me cuesta escalar. Afecta a mi ritmo de vida. Me veo obligado a buscar sinónimos constantemente ya que, por desgracia para mí, el idioma español está lleno de esta maldita letra. Desde pequeño me afecta. Pasaba (y paso) mucha vergüenza leyendo en voz alta, aunque a veces hacía de tripas corazón y me ofrecía voluntario para leer en clase creyendo que solucionaría mi problema. Pero que va, no se ni como la gente entiende cuando hablo, entre lo mal que pronuncio, la lentitud con la que digo cada palabra y un acento andaluz mal llevado (que no digo que el andaluz sea feo ni inferior a otros acentos, un buen andaluz queda precioso en boca de cualquier persona, pero en mis labios suena estridente). Todo esto me ha provocado entrar en una especie de vorágine de complejos hasta llegar a tal punto que odio, con todo el significado de la palabra, escuchar mi propia voz. En YouTube tengo algunos vídeos en los que salgo hablando y comentando algunas partidas de videojuegos. Sinceramente, no me he visto ninguno. No soporto escucharme, mi forma de hablar me provoca rabia. Es tan estúpido como cierto.
Quizás mi solución es ir a un logopeda, incluso sé que me apoyaríais, pero me da muchísimo corte. Recuerdo que de pequeño, en el colegio de primaria, me llevaron a un aula con mi primo/sobrino, en aquel entonces compañero de clase, que tiene o tenía, hace tiempo que no me fijo si continúa como yo o el se decidió a cambiar y mejorar, el mismo problema, en la que nos enseñaban ejercicios para pronunciar correctamente. Tendría... entre 6-8 años. Cuando me sentaron delante de un espejo para ver la pronunciación correcta y me hicieron pronunciar varias palabras con "R", me eché a llorar y no paré hasta que salí de aquel aula. Lo he pasado bastante mal por culpa de esto. Intento no darle importancia, pero es un complejo que no soy capaz de quitarme de encima. Espero poder solucionar esto algún día, plantarle cara al abecedario y ponerlo contra las cuerdas. Y, si no es mucho pedir, también poder trabajar en mi programita nocturno de radio.

martes, 4 de agosto de 2015

El blog de José Mari

Bueno, hola a todos. Sinceramente, no se si a alguien le interesará lo que publique en mi blog, pero he decidido hacerlo porque necesito algún medio para soltar todo lo que llevo dentro. Me gustaría contarle a un buen amigo todos mis problemas, escuchar sus consejos y decidir juntos que sería lo mejor y lo peor, pero me he quedado sin amigos. No quiero que nadie se ofenda, pero hablo de amigos de esos que les puedes pedir a las 3 de la mañana que de salir porque tienes un problema y aceptan sin vacilar. Amigos que puedes contarles hasta lo más íntimo, que nunca te acusarán de nada y guardaran tus secretos incluso mejor que tu mismo. Sé que tengo colegas, compañeros y amigos que aprecio y valoro, y que (espero) les caigo bien, pero ya no tengo amigos íntimos. Perdí el último.
Hará una semana desde que cortamos relaciones. Fue una estupidez lo que ocurrió, seguramente debida a una falta de comunicación. Quizás debí haberle contado algunas cosas que me mosquean de él, quizás debió darse cuenta de que sus actos podían molestarme... Este corte de relación fue por parte mía, cuando me enfado mucho, mi cerebro me dice que deje de hablar con esa persona, que es tiempo perdido, uno de mis numerosos defectos. Seguramente ni sepa el por qué dejé de hablarle. No me equivocaría si afirmo que es un silencio doloroso, nunca es plato de buen gusto que un buen amigo te deje de hablar sin saber el motivo que le lleva a ello. Cada vez que pienso en lo que produjo mi enfado, me divido en dos partes, la del amigo que debe hablar con él, que ha compartido tanto y sabe que puede confiar; y la del propio enfado, ya que siento que cometió no unas, si no varias faltas de respeto hacia mí, que una no importa, ya que somos amigos, pero cuando se suman más de las que uno se puede permitir, se siente como si tu amigo te degradase de rango. Puede que me equivocase y le diese más valor como persona que la que él me da, o, lo que dije antes: falta de comunicación. Me pone triste pensar que una buena amistad acabase de esta forma, pero no creo que volvamos a hablar. Aún me siento ofendido, y si algún día se me fuese este agrio sentimiento, dudo que él quiera volver a hablar después de cortar la relación de esta manera.
En el fondo de mi corazón todavía lo veo como un amigo, cuando veo una imagen que me hace gracia me acuerdo de él para pasársela y reírnos juntos; cuando quiero ir a algún lado pienso en él para que me acompañe... Algunos lo llamarán orgullo, que me ciega y enturbia una amistad. No se que hacer con este tema, de verdad. Me supera. El tiempo mostrará las consecuencias.
Odio empezar un blog con una entrada tan triste, pero necesitaba soltarlo, está afectando a mi humor. Estos días y, sin temor a equivocarme, seguiré así de mal una temporada larga.